El propósito de esta Iglesia es glorificar al Dios de las escrituras a través de la promoción de Su adoración, la evangelización de los pecadores y la edificación de los creyentes. Por lo tanto, estamos llamados a la proclamación de la perfecta ley de Dios y del Glorioso Evangelio de su Gracia, así como la defensa de la fe que ha sido una vez dada a los santos.