Se acabaron las convenciones arbitrarias que nos estancaban en el pasado. Llegó el momento de re inventarnos. Porque concluimos que la forma perfecta de hacer radio no existe realmente, y por ello, debemos ser nosotros mismos quienes decidan cómo seguir adelante. El mundo cambió y la radio también, porque ahora nos escuchas y nos ves; nuestra plataforma se mueve con rigurosa intuición, confiando plenamente en los sentidos.